El Consejo de Ministros ha aprobado los nombramientos de José María Lassalle como secretario de Estado de Cultura y de Iñigo Méndez de Vigo como secretario de Estado para la Unión Europea. Asimismo, también ha aprobado el nombramiento de Jorge Moragas como jefe de gabinete del Ejecutivo, Mariano Rajoy, y a Álvaro Nadal como jefe de la Oficina Económica del presidente.
José Luis Ayllón será el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, mientras que de la Secretaría de Estado de Comunicación se ocupará Carmen Martínez Castro.
Por otro lado, Carmen Crespo, alcaldesa de Adra (Almería) y diputada en el Parlamento andaluz, será la delegada del Gobierno en Andalucía. Crespo sustituye al socialista Luis García Garrido al frente de la Delegación del Gobierno en Andalucía. Según ha explicado Saénz de Santamaría, este ha sido el único nombramiento en una Delegación aprobado debido a que el puesto lleva vacante diez días como consecuencia del “cambio de destino” de su anterior titular, que ahora es senador por designación autonómica.
LUIS AYLLÓN, SECRETARIO DE ESTADO DE RELACIONES CON LAS CORTES
La vicepresidenta del Gobierno y ministra de la Presidencia, Soraya Sáenz de Santamaría, ha escogido como secretario de Estado de relaciones con las Cortes a quien fue su ‘número dos’ en el Grupo Popular del Congreso durante toda la pasada legislatura, el diputado catalán José Luis Ayllón.
Nacido en Barcelona hace 41 años, Ayllón ya es un veterano diputado con tres legislaturas a sus espaldas. Abogado de profesión, Ayllón se afilió al PP con 18 años y fue presidente de Nuevas Generaciones en Cataluña.
Del PP catalán saltó al Congreso en 2001 y formó parte del equipo de asesores de José María Aznar en Moncloa. Después a Génova, donde fue nombrado secretario de Comunicación del PP con Gabriel Elorriaga, entonces persona de confianza de Mariano Rajoy, y de ahí dio el salto a secretario general del Grupo Popular en 2008, a las órdenes de Soraya Sáenz de Santamaría.
Durante cuatro años, Ayllón acompañó a Soraya Sáenz de Santamaría a las reuniones semanales de la Junta de Portavoces y con ella llevaba la actividad parlamentaria del PP en el oposición, incluyendo las sesiones de control al Gobierno socialista.
Tras la victoria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría recurrió a él para ayudarla en el traspaso de poderes que le había encargado Rajoy y fue reelegido secretario general del Grupo Popular para hacer la transición interna con el nuevo portavoz, Alfonso Alonso.