La salvaje burbuja de las subastas

Onement VIEl mes pasado fue pródiga en lo tocante al mundo de las ventas en las subastas de arte. En Nueva York, Sotheby´s, Christie´s y Phillips, las tres casas más importantes de la ciudad, batieron su propio récord de ventas: 1.103 millones de dólares en una semana. Todo comenzó el lunes 13, con una sesión que los anglosajones llaman ‘de guante blanco’, es decir, un lote que el comprador debe comprar entero. Estas ventas son raras, pero las donaciones de una treintena de artistas que Leonardo DiCaprio obtuvo con vistas a una Fundación para preservar la fauna salvaje dieron sus frutos.
El actor estuvo presente en la subasta antes de volar a Cannes con motivo de la presentación de ‘El Gran Gatsby’ en el Festival de Cine: el actor recaudó casi 39 millones de dólares, lo que supone todo un récord para una venta de obra de caridad.
Al día siguiente, en Sotheby´s, se obtuvieron 300 millones de dólares con la venta de un lienzo de Barnett Newman de 1953, ‘Onement VI’, por 49 millones de dólares; luego, un Jackson Pollock, cuyo lienzo de 1946, ‘The Blue Unconscious’, se vendió en 20 millones de dólares; luego, una esponja azul de Yves Klein en 22 millones de dólares; luego, la gran sorpresa: ‘Domplatz, Mailand’, pintado por Gerhard Richter en 1968, llegó a alcanzar la cifra de 37 millones de dólares, haciendo de éste el artista vivo más cotizado del mundo.

Al día siguiente de la histórica sesión de Sotheby´s, Christie´s vendió otro Jackson Pollock, ‘Number 19’, de 1948, en 58 millones de dólares, seguido de un Roy Lichtenstein, ‘Woman with Flowered Hat’, en 56 millones, y, más tarde, se produjo la venta de otro americano, esta vez mucho más joven, Jean Michel Basquiat, cuya ‘Dusthead’ ha alcanzado la cifra monstruosa de 49 millones, cifra significativa si se tiene en cuenta que su última performance no llegó a la mitad.16 nuevos récords se produjeron esa misma tarde: 12 de los 70 lotes dispersos alcanzaron los 10 millones de dólares, otras 23 fueron vendidas en una gama de precios que osciló entre los cinco y 10 millones, hecho que ha llevado a decir a Brett Gorby, responsable de arte moderno y contemporáneo de Christie´s, que estamos en una nueva era en la historia del arte, donde los coleccionistas de siempre y los nuevos ricos rivalizan en un marco mundial, globalizado, algo que no se había producido antes en tal escala. Afirmación que debe ser cierta pero también cuestión de fe, pues la discreción es norma inviolable de estas casas de subastas: los compradores pueden llegar a alcanzar las 35 nacionalidades diferentes.

¿Hay un retorno de la especulación en el mercado de subastas? Sería tonto no pensar en que ello es así. Martin Margoulis, quien es un conocido coleccionista de arte de Miami, que además juega salvajemente a la Bolsa, piensa que las acciones pueden caer en un momento un 50%, pero que afortunadamente el mercado del arte está lejos de ello, ya que parece crecer de manera continuada y sin visos de detenerse. La familia Pritker, por ejemplo, que eran los anteriores propietarios del cuadro de Richter que ha pulverizado las ventas, habían adquirido la obra en 1992 por 3,5 millones, lo que fue un escándalo en su momento. Tour Marilyn, de Warhol, se vendió el jueves 16 de mayo en Phillips por 38 millones de dólares: en 1998 se valoró en 2,3 millones y en 1992 en 900.000 dólares. ¿Hay quién dude de la burbuja?

Pero ello no nos debe animar a pensar que nos encontramos ante especuladores enloquecidos que se pirrian ante cualquier cosa que se les diga es arte: un retrato pintado por Francis Bacon a su amante Peter Lacey ha dejado indiferentes a la gran parte de los coleccionistas hasta el punto de que no logró venderse. La razón parece estribar en que el precio de salida era tan alto que consideraron que estaba sobrevalorado. Parece ser que el que ha comprado el Richter, un coleccionista norteamericano llamado Donald Bryant, confesó a una crítica de arte de la revista Art& Auction que no pensaba comprar la obra en más de 40 millones. En fin, hasta parecen gente con sentido común…

Especulación, por tanto, y, desde luego, nada desorientada. Pero lo que hace que los récord alcanzados esta segunda semana de mayo sean motivo de debates, rumores, cuchicheos y gestos catastrofistas, es que se refieren todos ellos al arte contemporáneo, y eso si es novedad. Hay que decir que por arte contemporáneo se entiende lo que los anglosajones, que son los que dominan este mercado, entienden por ello, es decir, el arte producido después de la II Guerra Mundial. Es probable que desde un punto de vista estrictamente canónico la cosa sea un tanto arbitraria, pero funciona en el imaginario del comprador, que es de lo que se trata. La II Guerra Mundial produjo un antes y un después y esa fisura se aprovecha en la división estricta de la producción artística.

Resulta curioso que todos estos movimientos especuladores se hayan producido en pleno seísmo respecto a la estrategia de las casas de subastas en el mundo. China es el país donde se dirigen todas las miradas en este mundillo, ya que Christie´s y Sotheby´s quieren abrir sucursal en Shanghai. Es probable que la cusa del terremoto de Nueva York tenga que ver con la apertura en China de estas casa porque es probable, con ello cuentan, que las ventas de estas casas se disparen en el continente asiático. Suben los precios y, con ello, las futuras compras. La burbuja en este sector es enorme pero nadie puede predecir cuando pinchará.

Fuente: ARNDigital