Soluciones privadas para enfrentarse a problemas publicos

En el naufragio de lo público, la vista se vuelve en busca de faros privados. La metáfora marina pinta bien el panorama del mundo del arte español de los últimos meses. Todo parece enfocado a reconocer la labor de los mecenas.
Se multiplican las exposiciones dedicadas a las colecciones particulares (Phelps de Cisneros en el Reina Sofía; la Colección Arte Contemporáneo en la Academia de Bellas Artes de San Fernando o Alicia Aza en la Lázaro Galdiano); se inventarían sus acervos en forma de libro de lujo (Ella Fontalnals-Cisneros) y arrecian las voces que exigen un marco normativo que proteja la dedicación al atesoramiento de la belleza.Ante la aparente inacción del Gobierno —que empezó el año pasado prometiendo una ley de mecenazgo para 2012 y lo acabó, en una entrevista de José Ignacio Wert con este diario, conformándose con tramitarla “en esta legislatura”— la Fundación Arte y Mecenazgo, impulsada por la Obra Social “la Caixa”, presentó ayer en Madrid una propuesta para animar legislativamente el maltrecho mercado del arte español y revitalizar al enfermo.

El documento, titulado Proyecto de ley de medidas de fomento, impulso y desarrollo del arte y mecenazgo en España, no es un mero borrador de la tan ansiada norma, sino una batería de propuestas para cambiar “una regulación dispersa, anacrónica, contradictoria y disuasoria que bloquea el potencial del sector”. “Para arreglar las cosas, además de la de mecenazgo habría que tocar, entre otras, normas tan distintas como la de propiedad intelectual, la de sucesiones y donaciones o los impuestos sobre la renta de las personas físicas, de sociedades, de transmisiones patrimoniales o el IVA”, explicó Eva Lasunción, especialista en regulación y tributación del arte. El objetivo es alterar un ecosistema proteccionista, creado para “un escenario como el de las décadas de los setenta y ochenta e inútil en un mundo global”.

Las medidas propuestas incluyen reconocer como hecho de desgravación las prestaciones gratuitas de servicios (como el préstamo de un coleccionista para una exposición temporal); revisar los umbrales a partir de los cuales una obra debe ser tomada como patrimonio merecedor de protección (aún rigen baremos de 1986) o replantear los términos (y sobre todo, las tasas) para la exportación. También se persigue fomentar la inmigración del talento con “una regulación similar a la de la ley Beckham”, acercar el concepto de colección familiar al de empresa familiar y regularizar las transmisiones entre particulares.

Con estas medidas, aseguraron los expertos convocados ayer, afloraría la porción del mercado que se maneja en negro y el Gobierno recaudaría más que con la subida del IVA.

El acto, celebrado en la cafetería de la última planta del Caixaforum, a cuyos pies se extiende a norte y sur la Milla de Oro del Arte, sirvió también para distribuir las conclusiones de la mesa redonda El mercado del arte español en 2012. En ella se debatió el informe de la especialista Clare McAndrew sobre el estado de la cuestión, bajo la moderación del crítico Francisco Calvo Serraller y la presencia de directores de museos (Miguel Zugaza), comisarias (María de Corral), artistas (Cristina Iglesias), directores de feria (Carlos Urroz) y representantes del mundo de las subastas (Juan Várez). Este último, consejero delegado de Christie’s España, aportó ayer sus propias soluciones: reforzar la vinculación existente entre el mundo académico y el comercial o moderar la euforia en las subastas (“dejar de confundir cantidad y calidad”).

El informe de McAndrew, que cuantificó el mercado del arte en España en 300 millones de euros, es la muestra para Lasunción de que la subida del IVA cultural cuenta bien poco en términos de recaudación para Hacienda. “Con medidas así nos estamos quedando voluntariamente fuera del mercado internacional”. Calvo Serraller abundó en esa idea con una anécdota: “Cristina Iglesias lo sabe: hoy es más barato comprar su obra en el extranjero como en España”.

Anécdotas, conclusiones, datos y, sobre todo, la propuesta de cambio legislativo han sido proporcionados a la secretaría de Estado de Cultura. Qué efecto tendrá eso en la administración de los tiempos del trámite normativo es otro asunto. Leopoldo Rodés, presidente de la Fundación Arte y Mecenazgo, se mostró ayer un tanto desesperanzado. “Es una impresión personal, pero he pasado de ser en 2012 moderadamente optimista con el tema a inclinarme por el pesimismo en este 2013”.

Fuente: El País