El público infantil y juvenil: Un gran negocio para las Industrias Culturales y Creativas en México

Hoy ya no es un secreto que los niños comienzan a mover el mercado y las tendencias de consumo en el país, con frecuencia se encuentran diferentes giros de negocios enfocados a un nicho de mercado de más de 32.5 millones de pequeños consumidores.  Para especialistas y empresarios, México es un país de papás jóvenes que desean divertirse y pasar tiempo de calidad con sus hijos, por lo tanto, los productos y servicios para este sector siempre atraerán clientes potenciales.
Para ayudar a todos aquellos padres que desean pasar tiempo con sus hijos y a la vez inculcarles la pasión y compromiso por un deporte, nace el 17 de junio del 2007 una academia de danza para niñas y niños desde 1.5 años hasta 14 años bajo el sello “Baby Ballet”. Abogado de profesión, Mario Loaiza, y su esposa, Betsy Eslava, administradora de empresas, trabajaron por años en corporativos multinacionales con un horario que limitaba la interacción con sus dos hijas Natalia y Aranza.
El ballet surgió en la Italia del Renacimiento en los años 1400 hasta 1600, es una forma de danza cuyos movimientos se basan en el control total y absoluto del cuerpo, y se recomienda que las personas que lo desean estudiar comiencen desde temprana edad. La pasión por esta disciplina la desarrollo Mario Loaiza, quien se considera “un bailarín empírico”. Cuenta que desde que sus hijas eran pequeñas les inculcó el amor al ballet, de esta forma buscaron clases extraescolares en una academia.
Loaiza, quien es el director general de la empresa, dijo que la búsqueda por una escuela de danza para sus hijas no fue tarea fácil, “las academias eran acartonadas, rígidas y con unas instalaciones no aptas para niños”. Cansados de la rutina laboral, se percataron que su calidad de vida no era la indicada para educar y sacar adelante a sus dos hijas. Después de una plática familiar, la pareja decidió poner su negocio.
Con una inversión inicial de 700 mil pesos, de sus ahorros, buscaron un local en una plaza ubicada en Avenida Tenorios. Dijo que para poder posicionarse en el mercado tuvieron que incubar su idea de negocio, pues no eran expertos en la materia. Desde su creación mantienen el objetivo de brindar un servicio de calidad para los pequeños consumidores y sus papás.
“Tuvimos un crecimiento exponencial, ya que seis meses después de la apertura ya teníamos una escuela con tres salones para cubrir la demanda”, expresó.
El mercado de los niños tiene un gran potencial, no hay muchos lugares para sacarlos toda la semana, “es un cliente que podrás conquistar hasta por 14 años”, expresó Mario Loaiza, director general de Baby Ballet.
Baby Ballet es escuela de danza con una sólida estructura en sus procesos de enseñanza y una metodología con especialistas en el segmento infantil.
El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y la escuela Nacional de Danza Nellie y Gloria Campobello, los orientaron para darle forma a su plan de estudios, evaluaciones, uniformes, logotipo de la empresa, entre otros aspectos.  ”Nuestra oferta educativa se basa en programas de estudio especializados que fortalecen y respaldan el proceso de enseñanza-aprendizaje de nuestras(os) alumnas(os)”, expresó Mario Loaiza.  Baby Ballet empezó a salir al mercado con cinco actividades: ballet, flamenco, hawaiano, árabe y jazz.
Ahora en algunas sucursales y por demanda de las personas, se imparten clases de Hip Hop, Yoga, Danza Aérea y Taekwondo para niños.  El empresario resaltó que su empresa complementa la formación educativa con experiencias escénicas y académicas que promueven el amor por la danza, “ofrecen un panorama de lo que representa ser un estudiante de esta bella disciplina sin importar la edad”.
Apertura de franquicia
En 2010 tomó la decisión de franquiciar su modelo de negocio, para poder dar este paso el empresario reconoció que se puso en manos de un experto en la materia.
“En la Feria Internacional de Franquicias (FIF) 2010 conocimos a César Aranday, quien nos ayudó en el proceso”.  Para enero de 2012 lograron vender su primera franquicia; hoy cuenta con 19 sedes bajo este esquema.  Una franquicia de la empresa tiene un costo de 835 mil pesos hasta 905 mil pesos, que incluye: manuales, obra arquitectónica, capacitación, y todo lo necesario para que empiece a operar.
La recuperación de su inversión se estima se generará de dos a dos años y medio, tendrá que pagar 5% de regalías y 2% de publicidad. Una franquicia tiene capacidad para atender de 90 hasta 360 alumnos.